
- Ana Durán ha conseguido desarrollar un patrón estable y claro que explica cómo las hormonas afectan a los niveles de glucosa
- La diabetes tipo 1 es, según FEDE, la más común en niñas y mujeres y muchas no tienen la suficiente información sobre las consecuencias durante el periodo
“Estaba muy frustrada porque no entendía cómo podía variar tanto mi glucemia de un día para otro, haciendo exactamente lo mismo: misma dieta, misma actividad física… Se me encendió la luz de que el ciclo menstrual podría ser el motivo de esa variabilidad glucémica. Pensé que si la insulina es una hormona no era de extrañar que fuese de la mano del ciclo menstrual donde las hormonas son tan protagonistas”.
Es la historia de Ana Durán, pero podría ser la de cualquier mujer con diabetes tipo 1. Y es que, según la Fundación para la Diabetes, el 13,8% de españoles mayores de edad tiene diabetes de algún tipo. Parte de ese porcentaje, las mujeres, tienen además que lidiar con otro problema asociado: los cambios hormonales durante el ciclo menstrual que pueden influir en sus niveles glucémicos.
Pero, ¿por qué ocurre esto? En el ciclo menstrual existe una alteración hormonal de estrógenos y progesterona, que son ambas protagonistas del ciclo menstrual. “Influyen directamente en nuestra glucosa, ya que los estrógenos nos hacen tener más sensibilidad a la insulina y la progesterona, contrariamente, es insulinoresistente”, explica Ana.
Ella sufre la enfermedad desde hace 30 años, y ha empezado a estudiar cómo ésta influye en su vida, más allá de la insulina. Tanto, que se ha convertido en una auténtica inspiración para mujeres con el mismo problema que ella, y actualmente incluso estudia una formación para ejercer como terapeuta menstrual: “De momento, puedo decir que intento divulgar y aportar una educación menstrual consciente para mujeres cíclicas”.
Si te ocupas de tener una buena salud menstrual y, además, tienes diabetes, puedes llegar a tener un patrón bastante estable y claro
Para ella, la clave está en autoconocerse, para poder entender las necesidades del cuerpo: “Si te ocupas de tener una buena salud menstrual y, además, tienes diabetes, puedes llegar a tener un patrón bastante estable y claro para poder saber en qué momento tomar decisiones con tu insulina y evitar hiperglucemias e hipoglucemias, según la fase del ciclo en la que te encuentres y de las hormonas fluctuando en ese momento”.
Un patrón claro y estable
Consciente de que para mejorar tenía que conocer, Ana empezó a hacer un registro de su ciclo y de su glucosa en un ciclograma (como el de la imagen que ilustra la noticia) y una investigación para entender cómo las hormonas del ciclo la hacían más sensible o más resistente a la insulina. “A los tres meses ya tenía un patrón claro”, cuenta. Al principio, ella no entendía cómo haciendo una vida normal cada semana necesitaba dosis diferentes. Empezó a ajustar la dosis de insulina según las hormonas que entraban en juego. Y no solo sacó patrones de glucemias, sino que también encontró otros, físicos y emocionales. “De repente, vi que hacía tuppers las mismas semanas para luego congelarlos, que tenía tendencia a estar sociable determinados días, que dejaba de tener habilidades comunicativas o de escritura según el ciclo…”, recuerda.
Y entonces entendió que en esa mezcla de sensaciones no solo influían los niveles hormonales, sino que otros factores externos también podían afectar a su estabilidad: “Hay muchos factores que no dependen de nosotros, ya sean ambientales, temperatura, ejercicio, estrés alimentación…”. Ana aprendió a prestar atención a su situación en cada fase del ciclo para “ser consciente y encontrar el rango óptimo de glucosa”.
Hay muchos factores que no dependen de nosotros, ya sean ambientales, temperatura, ejercicio, estrés alimentación…
Por todas estas dudas que le surgían a ella y que pensó, podían también afectarles a otras mujeres como ella, Ana decidió empezar a compartir en su cuenta de Instagram, los resultados de sus estudios. Se encontró con cientos de mujeres que necesitaban más información y que buscaban la manera de compaginar su enfermedad con su menstruación: “He hecho encuestas y veo que muchas mujeres con diabetes demandan más información. Necesitamos más educación diabetológica, aunque veo que desde que debuté hace treinta años hay mucha más información. Queda mucho camino por recorrer, pero lo estamos consiguiendo”, augura.
Pautas para el conocimiento hormonal
Crear un ciclograma propio está al alcance de cualquier mujer, con diabetes o no, y ayuda mucho a conocer cuáles son los patrones que se repiten dentro del ciclo para poder mejorarlo. Es todo un “viaje interior”, como ella lo denomina, y recomienda “crear un diario menstrual para conectar con tu ciclicidad y empezar a escucharte”.
El ciclograma es una potente herramienta de autoconocimiento que te puede dar información sobre tu salud mentrual, prácticamente, a diario. “Consiste en una gráfica circular y con varias líneas rectas donde vamos anotando diariamente todos los cambios que se producen durante el ciclo, ya sean de glucemias en nuestro caso, emocionales, físicos, mentales, sexuales…” Cada mujer pone las variables que quiere ir observando durante su ciclo. Puedes hacerlo tú misma, inspirarte en los diarios que comparte Ana o buscar un modelo por internet.
Saber interpretar tu salud menstrual cuando tienes diabetes es clave para autoconocerte y sentirse mejor, evitar menstruaciones irregulares o movimientos inusuales de la glucosa. Y para ayudar en este sentido, nuestra protagonista de hoy está preparando un curso online que lanzará próximamente donde quiere, cuenta: “enseñar a las mujeres a conectar con su ciclo para poder gestionar su trabajo, su casa, su vida en general mediante esta ciclicidad”. Pero mientras tanto, ha empezado a hacer consultas menstruales para ayudar a esas mujeres que necesitan respuestas.

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